Basado en hechos reales

Érase una vez una chica que llevaba mucho tiempo trabajando para una empresa privada. Eran tiempos de crisis, y su contrato estaba llegando a su fin. La chica no tenia miedo a ser despedida, porque sabía que en la empresa había mucho trabajo y necesitaban que se quedase. Un día, a dos semanas de que su contrato acabase, le dieron la estupenda noticia de que iban a hacerla fija :O y para ello tenían dos opciones: renovarle directamente el contrato (lo más normal) o bien mandarle al paro un día y contratarla después como indefinida, para recibir una bonificación por contrato de menores de 25 desde el paro de forma fija. Dados los tiempos que corren, a la empresa le pareció mejor la segunda opción, de modo que la chica, recibió su finiquito, fue a apuntarse al paro (donde desechó la prestación de desempleo, con la consiguiente perplejidad de la funcionaria del paro, la cuál, la vió tan desvalida que intentó buscarle trabajo llamando a una empresa donde podían tener un puesto, pero no hubo suerte [y menos mal porque podia haberse montado una buena, ¿os imagináis?]) y al día siguiente firmó su contrato indefinido.

A final de mes, la chica había recibido en su cartilla su finiquito, su nómina normal.... y la empresa que había sido mal informada, se enteró entonces de que las bonificaciones solo podían cobrarse en caso de contratar a alguien que viniese de una empresa diferente.... (no era el caso que nos ocupa...). Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Sacad vuestras propias conclusiones :P