Qué fuerte, qué fuerte!! ...

Algunos programas de la tele son "telebasura". De eso ya nos habíamos dado cuenta, pero ¿hasta qué punto pretenden engañarnos los creadores de telerealidad?

Hace un tiempo se instaló en la parrilla el programa "De buena ley". Para el que no lo haya visto nunca, la esencia es que unas personas que tienen un conflicto, acuden a la televisión para plantear su problema ante un juez que les dará su veredicto (tipo juicio rápido). Primero se exponen los hechos ante el juez, después hay un debate entre el público y por último el magistrado da su veredicto, el cual tienen que aceptar ambas partes. Hasta de aquí, todo parece "normal", en fin, que siempre hay gente a la que le gusta airear sus problemas, pero todo resulta distinto cuando un día ves que en la tele aparece un amigo como parte implicada, y sabes perfectamente que no es director de un centro, y que no se llama de esa manera (o tiene una doble vida que lleva años ocultándote...). Entonces, te enteras de que presentó un vídeo como actor y que gustándoles su actuación, le llamaron del programa para que interpretara el papel. He aquí el ejemplo.

Había leyendas urbanas que rumoreaban que todo eran actores... pero hasta que no ves a alguien que conoces allí, no acabas de creértelo. No es que haya que creerse todo lo que pongan en televisión, pero hombre, se supone que la telerealidad es eso, realidad por la tele. Para actuaciones, ya tenemos las series.

Lo peor de todo es que "mis yayas" se indignan con los casos creyendo que son ciertos... . Cuan equivocados y engañados nos hallamos... ¿En cuántas cosas más nos toman el pelo de esta manera? Quizá deberían anunciarlo mediante unos créditos al inicio o al final del programa, ¿no?